Para garantizar siempre el óptimo estado de una infraestructura, esta debe ser sometida a periódicos mantenimientos y procesos de rehabilitación y reparación. Uno de los aspectos de mayor importancia es la fachada del edificio, sometida continuamente a las inclemencias del tiempo y siendo la principal responsable de mantener la vivienda aislada y protegida. La constante exposición que sufre puede causar deterioros considerables y conllevar a filtraciones, grietas, humedades y deterioros que pongan en peligro no solo la calidad de vida de los huéspedes, sino la resistencia de toda la infraestructura.
Desde Desafío Vertical, S.L., resaltamos la importancia de un adecuado aislamiento para evitar estos desencadenantes, teniendo experiencia en su aplicación en los múltiples trabajos desarrollados en la zona de León. Conoce un poco más de cerca las ventajas y particularidades que pueden traer los dos tipos de aislamiento exterior más socorridos: el sistema SATE y la fachada ventilada. Descubre cuál se ajusta más a las características de tu inmueble.
El sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) se basa en el revestimiento de la fachada mediante planchas de material aislante (habitualmente XPS o EPS), envueltas con un enfoscado que esté adaptado y resulte transpirable e impermeable. De este modo, se consigue que perdure el aislamiento evitando la posibilidad de puentes térmicos.
No obstante, un aspecto que hay que tener en cuenta en este tipo de aislamientos es el grosor de los mismos. Puede tener un espesor de hasta 16 cm (aunque lo habitual en España no supera los 8cm), lo que puede romper con la homogeneidad de la fachada en lo que respecta al resto de la calle o entorpecer el tránsito cuando se trata de aceras y calles muy estrechas.
Sin embargo, las ventajas que puede traer a la vivienda son excepcionales, como el evitar completamente los puntos de entrada de frío, ahorro energético y equilibrio de temperatura en el hogar.
Aunque presenta similitudes con el sistema SATE, este tipo de aislamiento se caracteriza por la cámara de aire ventilada que lo compone, situado entre el aislamiento y las piezas de acabado, que pueden ser de madera, aluminio, cerámica... Las piezas adheridas a esta fachada necesitan una subestructura metálica para mantener la fijación al edificio de esta nueva capa y separarla al mismo tiempo del aislamiento.
Lo que permite este tipo de fachadas es un aislamiento continuo y sin puentes térmicos. Además evita las condensaciones y consiguen la atenuación de la onda de sonido y, sobre todo, evita la incidencia directa del sol sobre sobre la capa aislante, un gran punto de diferenciación con el sistema SATE.
Para cualquier trabajo de rehabilitación para la fachada de tu edificio, confía en la experiencia de Desafío Vertical, S.L. Gracias a la experiencia adquirida en los múltiples trabajos llevados a cabo en la zona de León, te garantizamos los mejores acabados para que puedas seguir disfrutando de tu vivienda como el primer día.